sábado, 19 de junio de 2010

Cervantes debe estar revolcándose en su tumba y a mí me duelen los ojos




Puedo pecar de odiosa, incluso de prepotente, pero ante todo me siento incomprendida. ¿Hay alguien que le pase lo mismo que a mí? Seguramente sí. 

Últimamente recuerdo a mi profesor de castellano y me pregunto: “¿Obdulio, por qué no te hice caso en la clase?” Pienso en sus lecciones sobre gramática, reglas y excepciones ortográficas y al mismo tiempo me veo dibujando corazones sin prestar la más mínima atención; años después estoy en apuros tratando de escribir correctamente y entrando a la página de la R.A.E por no recordar cómo escribir algunas palabras, poniéndome las manos sobre la cabeza y dándome chocazos para redactar un simple artículo de blog y me digo a mi misma lo tarde que es para remediarlo, tendré que aprenderlo sola. Confieso que muchas veces he llegado a pensar, “¿y para qué?” Sólo hay que ver lo poco que se molestan algunos en escribir, si quiera, una palabra completa.

Entrando en algunos blogs, leyendo comentarios de noticias o participando en algunos foros, veo con horror que han desaparecido las vocales, algunos caracteres alfabéticos son reemplazados por números, toda palabra que contenga una “c” o “q” ahora se escribe con k y la puntuación parece estar en peligro de extinción; y ésto hace que me pregunte: “¿han cambiado nuestro idioma y he sido la última en enterarme?” Incluso he llegado a deducir que pronto necesitaré un traductor, pero es que todavía no lo encuentro en Google.

Me siento como una exploradora que acaba de descubrir una civilización por internet, con sus jeroglíficos casi indescifrables, leyendo palabras incomprensibles. En otros momentos parece que me he contagiado del virus de la ignorancia (perdón para el que se ofenda, pero así es), se transmite a través de los ojos y se establece en el cerebro, a tal punto que todas las palabras que sabía escribir perfectamente, las escribo muchas veces de forma incorrecta o dudo de haberlo hecho bien; aunque por suerte su antídoto es tan simple como un diccionario y leer tanto como sea posible a personas que son tanto o más incomprendidas al procurar escribir casi a la perfección el español.

No lo comprendo, un idioma tan rico como el castellano, tan estructurado, hermoso, lógico e impecable; un idioma que en muchos países como el mío, tiene también su historia e incluso a algunos les costó su sangre ¿está siendo cambiado por nuevas degeneraciones? 

Quizá es que ya no se está impartiendo la lengua castellana en las instituciones educativas, o se está exigiendo insuficientemente, hasta que al final la base de este idioma termine como su idioma raíz, una lengua muerta como el Latín.

Con todo esto concluyo, tristemente, que la escritura dejará de ser un arte para ser un desastre. Cada vez que intento leer, me duelen mis ojos y mi cabeza, en especial cuando aparecen letras que no deberían estar allí y cuando faltan otras, cuando se utilizan palabras erróneamente, cuando separan palabras que van juntas y juntan palabras que van separadas y como no mencionar la moda de escribir al estilo sms, traspasando las fronteras de la ridiculez, llegando a desbordar la. Puedo comprender que en un teléfono se quiera ahorrar el coste de un mensaje, pero en una carta de presentación a un puesto de trabajo ¿Qué es lo que hay que ahorrar? ¿Ser contratado?

Lo vuelvo a repetir, a mi me duelen los ojos, pero podría asegurar que si el Manco de Lepanto (Cervantes) levantara la cabeza, volvería a su tumba y se revolcaría de ira, al ver que su ingeniosa obra, su joya literaria, algunos le han cambiado el título por “Don Kijote” y se puede dar por afortunado si no le quitan las vocales.

5 comentarios:

  1. Impecable. Y como decís, Champollion mismo se volvería loco tratando de descifrar algunos de esos escritos. Cosas de la modernidad le dicen algunos... Y bueno... Ke remedio, Hbra ke aprender a exkrivir asi, y ymar Dn Kijot...

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  2. Nunca he pretendido ser puritano, he reconocido la imposibilidad de detener el cambio, pero ciertamente las cosas no siempre evolucionan en beneficio de la humanidad, y a veces (cada vez más frecuentemente) siento la misma frustración.
    Un placer leerte como siempre Catalina

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  3. Como me gusta ver que estas retomando tu costumbre de escribir, haber si nos deleitas con uno de tus poemas. Bien por esto Cathy

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